domingo, 30 de septiembre de 2012

"Pienso, luego existo."

Si lo que vas a decir no es más bonito
que el silencio, entonces no lo digas.
Porque a veces es mejor un pensamiento
sobre algo cierto, que una suposición.
Y es que suele ser que,
hablar por capricho delata a los nécios,
y callar por precaución es de sabios.

A veces no somos conscientes
del daño que podemos causar
con nuestras palabras,
hasta que asuminos las consecuencias.

Porque basta tan solo un segundo
para hacer que un sueño se derrumbe,
y sin saber el antes, ni el después,
ni el porqué,tus actos
han hecho morir otros.
De nuevo, te ha podido la lengua
antes que la cabeza.

Usa la inteligencia,
no la fuerza.
Dime si las balas
te ayudarán a
recomponer tu corazón
cuando estés solo.
Eso no es valor,
ni siquiera honor;
estamos acostumbrados al dolor,
a la lucha por amor.

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