martes, 11 de septiembre de 2012

ψυχή

Mi alma flota, se siente fielmente unida al cielo, quizás en él se escondan las respuestas que busco, o quizás se encuentre lo que nunca busqué. Hoy mi alma se siente libre porque ya no siente presión, tiene las cosas claras, recibe las llamadas que vienen directas desde mi corazón, en las cuales le cuenta que ella tampoco deja de pensar en tí, pero que en vez de atormentarse ha decidido aliarse con el viento para ser parte de tu aliento. Que tiene la necesidad de irte a buscar mientras vuela cada día sobre una ciudad diferente pero siempre teniendo presente de dónde viene y adónde va. Sabe que la función que ha elegido el corazón es esperar, y la del cuerpo es resistir. Ella. Ella es la más valiente y ha decidido seguir. Ella quiere estar cerca de tí. Nunca se olvida de mí, me cuida y solo quiere verme feliz, porque sabe que si lloro es porque mi corazón está sufriendo, yo sufro con ello y ella sufre conmigo. Hemos prometido hacer honor al nombre de persona y comportarnos los tres como una sola cosa. Pero supongo que ella es la más inteligente de las tres, puede viajar de día y de noche sin cansarse y atreverse a ir hasta donde no puede el cuerpo. Tiene gran facilidad para desenvolverse entre tanta gente, y a pesar de que aguanta todo el dolor y sufrimiento del corazón y del cuerpo, cuando yo ya no pueda pensar ni caminar, ella no dejará de andar y se irá a otro lugar. Puede que se transforme en estrella, árbol o agua, puede que jamás recuerde mi nombre y puede que olvide mis sueños, pero yo jamás olvidaré que luchó por ellos.
Dicen que la belleza del alma se refleja en los ojos y que su fuerza se muestra en la fortleza de cada mirada, así que cada vez que alze mis ojos para buscarte bastará con un pestañeo para derribar los muros que nos separan.


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