sábado, 15 de septiembre de 2012

734 días

Aunque parezca una tontería hablarte así, de este modo, creyendo que me vas a poder escuchar y siendo mi corazón una vez más ingénuo de cajón, imaginando que mis palabras podrán romper con la distancia que nos separa y que con el soplo de aire fresco que entre por tu ventana o que te haga parpadear al chocar con tu cara mientras andas por la calle, te hagan reaccionar y entender lo que nunca te he dicho, pero lo que tanto he callado y sentido, lo que en esta vida me da más sentido. Me siento como una niña de cinco años, tan pequeña, tan ingénua... Pero no lo soy, le triplico la edad, pero parece que no la madurez. Nunca entenderás esto, tampoco lo pretendo... O quizás sí, pero dejémonos de rodeos, yo hago esto porque te quiero y necesito recordarte cada día que pase. Es egoísta por mi parte, pero llevo mucho tiempo buscándote, y ahora que te había encontrado sólo ha sido para decirte hasta luego. Sé que no te merezco, en parte, pues tú ya tienes dueña y no seré yo quien te robe del escaparate. Pero tú tampoco me mereces a mí, tanto he sufrido, que si el océano se quedara vacío mis lágrimas lo llenarían entero. Tantas noches en vela, y tantas horas desperdiciadas creando ríos que matan miradas y van a acabar entre la almohada y mis sábanas, creando charcos amargos para que mañana por la mañana veas sus marcas, y veas que son sinceras. Y muchas veces te preguntas si vale la pena, si la balanza está equilibrada, si el dolor tiene quilos de más, los que les faltan a la felicidad. Sabes que te debes valorar, que si no lo haces tú, ¿quién lo hará? Y no es que no sepas, simplemente es que valoras a alguien por encima de tu propia vida. Porque le darías la tuya, porque en el fondo es la misma. Miedo, pánico, terror, nerviosismo, inquietud, entran y se filtran por tus venas sin avisar a penas. Es el no estar contigo, es el saber que andas por otro camino. Pero al tenerte cerca descubres que todos tus miedos huyen al armario, se esconden espantados y por la noche salen a asustarte. Quieren despertarte de tu sueño y recordarte que ningún abrazo es eterno, que ahí fuera está esperando el tiempo, que sigue corriendo. Hoy estoy aquí, y mañana no lo sé, por eso sin que lo sepas te diré que te quiero, te amo y te necesito tantas veces como pueda. Hasta que mis labios se sequen, hasta que mi lengua se agriete, hasta que mis ojos dejen de ver la luz del sol, hasta que mis oidos no escuchen ni el sonido de una explosión, hasta que mi nariz se parta en dos, hasta que ya no corra sangre por mi corazón, hasta que el cuello no me aguante la cabeza, hasta que se me caigan los dedos a pedazos y la razón le pueda al alma.Y juro que cada herida ha valido la pena, no ha sido grata, pero me ha ayudado a madurar, a saber que eres tú a quien realmente quiero.
¿Te acuerdas de cuando hablabamos cada día? ¿De cuanso no podía estar quieta sin saber de tu vida? ¿Cuándo nos despedíamos con besos? Des de siempre has sabido que sólo jugaba yo en este tablero, que tenia las de perder porque sólo tú sabías la clave para ganar y amañarías el juego.
Ya lo podía pensar, no soy tan fácil de impresionar. Me dejé llevar por tus besos, después de enamorarme de tus huesos. Ahora me miras y sé lo que debes pensar; " es solo una cria, dejala eatar" ¿Sabes? Soy más que eso, a parte de lo que diga la gente yo me considero una persona, que tiene sentimientos, nada del otro mundo pero te aseguro que ya tienes ganado mi amor eterno. Sé que no valgo mucho, que podría valer menos o más incluso. Soy lo que soy y como soy, no lo que buscas, o eso creo. Me duele mucho, eres la herida que ni el tiempo sana, no sé si te haces más profunda a cada segundo que pasa, o es que mis recuerdos se resienten cuando te veo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario