domingo, 12 de julio de 2015

Barcos a la deriva

Aun no sé muy bien por qué hemos aguantado este final sostenido durante tanto tiempo, lo que sí he sabido desde que comenzaron a arder nuestros recuerdos en vez de crear unos nuevos es que, acabaríamos anormalmente mal.
Quisimos ser demasiado, más de lo que nuestros caminos separados podrían haber soportado.

Quizás lo habríamos pasado mejor si sólo nos hubiéramos limitado a establecer una buena retirada a tiempo,  sin dejar espacio para el remordimiento, simplemente esperar a que la bomba nos alcanzara después, por separado, y aunque no niego que yo, por mi parte, lo intenté, primero intenté que todo -o algo - fuera bien y también después intenté escribir un punto en este capítulo de mi libro perdido, sin embargo, también sé, aunque no lo quiera ver que, los amantes por muy pasajeros que sean nos ciegamente con sus instantes de placer, y es tan complicado luchar contra la marea de la pasión, ya que por muy fuerte que nades a contracorriente, siempre, siempre, hay una fuerza superior a la tuya que te balancea sobre las olas y te acaba devolviendo a la arena.

Y ahora, pensar con el corazón en un quizás, es tan inútil como lanzar lágrimas al mar e intenrarlas encontrar.



" Y así seguimos, luchando como barcos contra la corriente, atraidos incesantemente hacia el pasado. "



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