Pensarte se ha convertido
en mi vicio preferido, no hay ninguno que le gane, ni siquiera el de
extrañarte, tan solo sé que me muero cada vez que andando por la calle,
cualquier cosa me hace ver que no te tengo delante, y que daría todo lo que
tengo y lo que no para que estuvieras cortándome el paso, simplemente por
mirarte a los ojos, porque sé que si eso
pasara, ya jamás te podrías librar de mis ojos porque se clavarían en los tuyos
como las estacas que clavaste tú en mi corazón. Exactamente igual de
profundas, que te lleguen hasta los confines de tu alma, para que sientas lo
doloroso que puede llegar a ser el amor para una persona humana. Pues no es
fácil de sobrellevar, pero mientras va pasando el tiempo un instinto de
supervivencia hace que te acostumbres a que al recordar tu nombre sea yo la
única persona que ve tu figura reflejada en los cristales.
Puede que esté loca,
o tan solo, des de hace demasiado tiempo, enamorada.
No importa cuál sea el
término para describirme, porque sé que ninguna palabra será suficiente para
que mis pensamientos expresen sus opiniones. Ellos ya han hablado, y lo siguen haciendo
cada día, a veces más alto y otras son como susurros que lanzan al viento y mis
orejas los cogen al vuelo. Pero todas y cada una de las veces que abren la
boca, van directamente a atacar al corazón con lanzas puntiagudas que se clavan
en una superficie de algodón.
Él ya está acostumbrado, después de volver de
aquel viaje tan largo, sabe que todo es posible. Ha aprendido que ni mil lunas
pueden borrar el rastro de vuelta a casa, porque el camino está en la esencia,
y la esencia es el perfume que hace dar media vuelta a un corazón muerto y lo
trae de vuelta a su lugar. Él ya ha elegido también. Y de hecho, lo ha hecho
desde siempre, porque a pesar de todas mis dudas, él es el único que lo tenía
claro desde el primer momento. Así que como todos, solo busca lo que quiere, lo
que le falta y no tiene, la pieza que lo completa…
Mi alma, prefiere estar
quieta. Aguanta cada tormenta como una guerrera, y aunque sea la que sin duda
más sufrirá, es la única que saldrá con
vida de esta. Todo lo demás se desintegrará.
Porque cuando mis labios se callen, mi boca se seque, y de mi voz ya no salgan palabras, entonces no quedará nada. Seré polvo, polvo de estrellas de segunda mano. Mi agua volverá a formar parte de la tierra, y mi corazón se volverá de un gris intenso hasta que se derrita. Se habrán esfumado los pensamientos y los sentimientos, no habrá segundas partes ni oportunidades. Olvidaré como se dice te quiero, y el amor será un mito.
Porque cuando mis labios se callen, mi boca se seque, y de mi voz ya no salgan palabras, entonces no quedará nada. Seré polvo, polvo de estrellas de segunda mano. Mi agua volverá a formar parte de la tierra, y mi corazón se volverá de un gris intenso hasta que se derrita. Se habrán esfumado los pensamientos y los sentimientos, no habrá segundas partes ni oportunidades. Olvidaré como se dice te quiero, y el amor será un mito.
Por eso, ahora mientras puedo, desafiando
a la muerte te diré que no le tengo miedo, porque muerte es no tenerte, es no
sentirte, es no poder ni siquiera verte.
Y ten presente que, mientras haya dentro mío un corazón latiendo, siempre habrá escondido para ti más de un te quiero.
Y ten presente que, mientras haya dentro mío un corazón latiendo, siempre habrá escondido para ti más de un te quiero.