miércoles, 31 de julio de 2013

Se llamaba ingenuidad


Quería ver mundo para salirse del radar de tu corazón, que siempre la pillaba saludando en la foto a 400km por hora. Ella quería dejar de tener que pagar multas, y sin saberlo estaba pagando la más dura, la del paso del tiempo, pero jamas podrá saldar esa deuda. Y mientras se escapaba de la zona cero de la explosión, olía cada vez más a caucho quemado, y ya no respiraba porque de su garganta salia el humo, y las palabras se convertían en el rugido de un motor hambriento. Ella miraba por la ventanilla, buscando refugio en el infinito para salir de ese infierno, aun sabiendo que la combustión la tenía dentro de su corazón. No buscaba amparo en las nubes, solo quería fundirse más allá de su mirada para ver si te encontraba entre las llamas. Quería ser la cera de la vela que encendieras en la oscuridad. Para darte calor y color cuando tus ojos ya no pudieran brillar.

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